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Alivio en Alemania por el rescate de Opel

30 de mayo de 2009

Los trabajadores de Opel respiran aliviados: en lugar de caer en la insolvencia, la empresa espera contar con un futuro asegurado con la ayuda del Estado, el grupo Magna e inversionistas rusos.

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"Nosotros somos Opel", dice este banderín, en un auto estacionado frente a la central de Rüsselsheim.Imagen: AP

Tras una maratónica sesión de negociaciones, que se prolongó por seis horas, llegó el tan esperado anuncio: el futuro de la empresa constructora de automóviles Opel ha quedado asegurado de momento.

La parte europea del consorcio matriz estadounidense General Motors ha de ser asumida por la empresa austro-canadiense Magna (proveedora de piezas de automóviles), en alianza con la automotriz rusa GAZ y el banco semi-estatal ruso Sberbank.

Merkel zu Opel
Angela Merkel destacó las ventajas del acuerdo para los trabajadores.Imagen: picture-alliance / dpa

La canciller alemana, Angela Merkel, se mostró visiblemente aliviada: “Opel tiene ahora una perspectiva para el futuro”, comentó, puntualizando que “ésta es una oportunidad que los trabajadores, a mi juicio merecida, porque ellos no son los culpables de la situación, sino una muy mala gestión de GM, en Estados Unidos”.

Buenas experiencias con Magna

Magna
Frank Stronach, jefe de Magna.Imagen: AP

Magna Internacional, con más de 240 plantas de producción, aproximadamente 74.000 trabajadores y un volumen de ventas cercano a los 24.000 millones de dólares, es considerado uno de los mayores proveedores a nivel mundial.

Los trabajadores de Opel que acudieron a sus labores del primer turno del sábado se mostraron esperanzados. “Durante años hemos tenidos buenas experiencias con Magna, ellos nos han surtido con piezas de automóviles desde hace años, de manera que en realidad es positivo”, comentó uno de ellos.

Pero antes de que Magna se incorpore, en Opel se implementará por lo pronto un modelo fiduciario, para mantener a la empresa al margen de la insolvencia de General Motors. Los bancos públicos alemanes aportarán para ello 1.5000 millones de euros, con el aval del Estado.

Parte de los fondos aún deben ser aprobados por los cuatro estados federados con plantas de Opel. El primer ministro de Hesse, Roland Koch, se muestra no obstante seguro de que habrá acuerdo.

Sopesando riesgos

Por su parte, Magna eliminará cerca de un 10 por ciento de los puestos de trabajo en las cuatro plantas de fabricación de Opel en Alemania y recortará también empleos en otras plantas europeas, pero, según aseguró Siegfried Wolf, miembro de su directorio, hará todo lo posible por mantener la tradicional marca en sus actuales dimensiones.

Todo esto costará mucho dinero y, en realidad, el trabajo recién comienza. El ministro de Hacienda alemán, Peer Steinbrück señaló que es imperativo que el nuevo inversionista debe regule las finanzas de Opel, mostrándose consciente del riesgo que implican las garantías estatales.

El ministro de Economía, Karl-Theodor zu Guttenberg, se había inclinado hasta el final por una insolvencia controlada, pero también él cedió después de que la canciller Merkel afirmara que para ella no eran políticamente aceptables los riesgos de semejante insolvencia.

Autora: Sabine Kinkartz/Emilia Rojas

Editor: Enrique López