Alemania: ¿ola de quiebras debido a las ayudas económicas?

Ayuda financiera según el principio de la regadera: esa fue y sigue siendo la estrategia para amortiguar las dificultades de la crisis del coronavirus. Sin embargo, también está produciendo efectos que son bastante indeseables: el inconveniente es el aplazamiento de las insolvencias que, según temen algunos economistas, podría acabar en una ola de quiebras en cuanto se agoten las ayudas.

"El apoyo financiero a las empresas sanas que entraron en dificultades por el cierre es absolutamente comprensible", dicen los expertos del Instituto Leibniz de Investigación Económica Europea (ZEW), con sede en Mannheim. Sin embargo, el enfoque indiferenciado podría tener "consecuencias negativas para las oportunidades de crecimiento a medio plazo y el desarrollo de la productividad en Alemania, además de costos directos de miles de millones".

Se suspendió la obligación de presentar el concurso de acreedores

Porque además de los miles de millones en ayudas, Berlín también suspendió la obligación de solicitar la insolvencia. Por lo general, las empresas están obligadas a presentar la declaración de insolvencia en un plazo de tres semanas desde que se declaran insolventes. Debido a la pandemia, el gobierno federal suspendió esta normativa en marzo del año pasado. Válido hasta finales de septiembre, el reglamento especial se prorrogó inicialmente hasta finales de 2020. Sin embargo, en una forma modificada, sigue siendo válida hasta finales de abril para las empresas que solicitaron la ayuda económica entre el 1 de noviembre y el 31 de diciembre y que podrían evitar la insolvencia con esta ayuda.

Sin embargo, según el estudio del ZEW, en este contexto ha surgido una acumulación de insolvencias empresariales que podría disiparse en un futuro próximo. En los sectores especialmente afectados por la crisis, menos de la mitad de las empresas han acudido a los tribunales de insolvencia de lo que cabría esperar según los años anteriores.

En total, los expertos del ZEW suponen que unas 25.000 empresas se enfrentarán a la quiebra cuando termine la ayuda. Por supuesto, esto afecta principalmente a las empresas cuyas perspectivas ya eran sombrías antes de la crisis y cuyas reservas financieras eran escasas.

"Por lo tanto, como la crisis del coronavirus continúa, los políticos deberían distribuir sus ayudas financieras a las empresas tras una cuidadosa consideración", aconseja Georg Licht, jefe de la unidad de investigación del ZEW Economía de la Innovación y Dinámica Empresarial.

Críticas al ministro de Economía 

Sin embargo, otro problema es que muchas empresas aún no han recibido la ayuda financiera. El ministro federal de Economía, Peter Altmaier (CDU), es blanco de críticas. Las pequeñas y medianas empresas critican que las ayudas prometidas son demasiado burocráticas y complicadas de solicitar. Otras asociaciones empresariales también dan la voz de alarma porque gran parte de las ayudas de noviembre y diciembre aún no han llegado a las empresas.

Las debilidades de la política económica en su conjunto  durante la crisis también quedaron en evidencia en una encuesta realizada por el Instituto Ifo. Casi la mitad de los economistas encuestados se manifestaron "bastante insatisfechos" (27 por ciento) o "muy insatisfechos" (20 por ciento) con la política económica durante la pandemia. Los responsables políticos son demasiado lentos y reaccionan de forma inflexible, resumió Niklas Potrafke los resultados de la encuesta. Potrafke, jefe del departamento de finanzas publicas del Ifo, afirmó que "los resultados de la encuesta sugieren que todavía hay un considerable margen de mejora en la política económica relacionada con el coronavirus".

(gg)