Alemania declara la guerra al dopaje
29 de diciembre de 2008A partir del 1° de enero se robustece la lucha contra el dopaje en Alemania con la entrada en vigor del Código NADA 2009. Se trata de una serie de medidas propuestas y aceptadas por la Agencia Nacional Antidopaje (NADA, en alemán) y sus homólogas en todo el mundo con miras a uniformar las reglas que castigan el consumo de sustancias estimulantes para potenciar artificialmente el rendimiento del organismo en las competencias deportivas.
“Aquellos países cuyos deportistas no respeten estos lineamientos serán sancionados por la Agencia Mundial Antidopaje (WADA, en inglés). Esa sanción puede acarrear, por ejemplo, que a un país no se le permita organizar juegos olímpicos o campeonatos internacionales en su territorio”, explica Anja Berninger, funcionaria de la NADA.
La regla más dura
Para los atletas de primera clase entrará en vigencia la “regla de la hora”: trimestralmente y por adelantado, ellos deberán especificar a qué hora del día –de cada día– estarían disponibles para hacerse una prueba de dopaje. El deportista que desacate estas condiciones tres veces en el lapso de 18 meses será suspendido por un máximo de dos años. “Esa es una restricción de los derechos fundamentales. Esa es sin duda una restricción de la libertad de movimiento”, admite Berninger. “Pero a mí siempre me ha gustado decir: a nosotros nos restringen toda clase de cosas. Un semáforo en rojo nos restringe en nuestra posibilidad de conducir como nos gustaría”.
Cerca de 700 atletas se verían afectados por la “regla de la hora” en Alemania: miembros de equipos y selecciones nacionales clase-A de disciplinas en donde la fuerza y la resistencia son factores decisivos y susceptibles de ser incrementadas con el consumo de fármacos estimulantes – el ciclismo, el atletismo, la natación, el remo, el esquí de fondo y el biatlón, por ejemplo. Adicionalmente, con el Código NADA se tiene la posibilidad de mostrarle la “bandera roja” a aquellos sospechosos de dopaje y castigarlos con el sometimiento a un examen riguroso.
Culpa y desconocimiento
La suspensión de un deportista culpable de dopaje podría durar hasta dos años, pero también puede ser reducida. Por otro lado, en el caso del dopaje sistemático o del comercio con sustancias prohibidas en el ámbito del deporte, la pena puede ascender hasta a cuatro años.
“Los casos de dopaje varían mucho unos de otros”, sostiene Berninger, quien ve en el Código NADA una herramienta para establecer justicia y determinar con mayor facilidad la culpabilidad o la inocencia de un sospechoso de dopaje. “En un extremo tenemos el dopaje sistemático con sangre ajena y en el otro, el consumo no intencionado de diuréticos. Es indispensable que se tomen en cuenta esos y otros factores, como la minoría de edad del aludido. ¿Estaba el atleta en capacidad de razonar? ¿Sabía lo que hacía en un momento dado?”
Al considerar estos aspectos se hace evidente lo complejo que es el fenómeno del dopaje en el deporte y la titánica tarea que tendrán en sus manos los miembros de la NADA. “No hemos tenido experiencias positivas hasta ahora. El grado de conocimiento entre los jóvenes en materia de dopaje va desde ‘mediocre’ hasta ‘malo’ ”, confiesa el directivo de la NADA, Dietmar Hiersemann.
Una nueva ética deportiva
Es por eso que el nuevo código recomienda a las asociaciones deportivas que se ocupen activamente de prevenir el dopaje entre sus integrantes. El deporte de competición está basado en el principio de selección, admite el propio Hiersemann, pero los equipos no deberían armarse únicamente considerando los resultados obtenidos en un juego. “La NADA aboga por que se trabaje con los jóvenes de una manera más pedagógica, más psicológica incluso; por que se les dé más tiempo para desarrollarse y no se les castigue cuando pierdan una competencia o dejen de tener el rendimiento que el equipo espera de ellos”, cierra Hiersemann.
Aplaudir a los que quedan en sexto o séptimo lugar después de una competencia. También eso contribuiría en la lucha contra el dopaje.