Activistas iraníes exigen la renuncia de Jamenei
17 de agosto de 2019"Sabemos que pagaremos por ello, pero estamos acostumbrados a la prisión y la tortura", afirma la abogada firmante de la declaración Giti Pourfazel, entrevistada por Deutsche Welle: "Llevamos 40 años experimentando una inhumana discriminación contra las mujeres en Irán; ya no queremos seguir viviendo bajo un régimen que mantiene cautiva a la mitad de la sociedad en un apartheid de género medieval", continúa.
Las mujeres firmantes, de diferentes ciudades de Irán, piden también en su comunicado el fin del gobierno islámico, una nueva Constitución y un Estado laico.
La petición de dimisión es ampliamente compartida
La declaración se ha extendido rápidamente en las redes sociales, donde encontró multitud de partidarios. Muchas activistas iraníes, artistas, escritoras y defensoras de los derechos humanos en el extranjero han mostrado su apoyo a este grupo de mujeres.
Hace dos meses, otros 14 activistas iraníes, por casualidad el mismo número que ahora, escribieron una carta abierta a Jamenei: "El capítulo catastrófico y oscuro de los últimos cuarenta años ha demostrado a las gente de nuestro país que las estructuras de poder y los gobernantes no pueden ser reformados de ninguna manera". El grupo pedía también la renuncia del líder supremo de Irán, el ayatolá Ali Jamenei.
Un nuevo movimiento
Los observadores iraníes ya hablan de un nuevo movimiento cívico que se desmarca de los viejos patrones y de los grupos políticos, especialmente de los llamados políticos reformistas. Estos y sus tímidas políticas progresistas han perdido toda credibilidad ante los ojos de muchos iraníes. Mohammad Mohebi, politólogo y periodista de Teherán, se entrevistó con dos de los activistas que firmaron la carta a Jamenei. Explica a Deutsche Welle: "Excepto por algunos nombres célebres, el nuevo movimiento no tiene caras conocidas; eso es importante, necesitamos nuevos modelos para una sociedad que tiene un tremendo potencial de cambio".
Mohebi está entusiasmado con el movimiento: "Es una acción grandiosa, valiente, transparente y pacífica que no forma parte de ningún frente político, puede llamarse el nacimiento de una nueva conciencia de los ciudadanos, una conciencia colectiva que puede cristalizar bastante rápido un gran movimiento".
Protestas por la pérdida de perspectivas económicas
Mohebi recuerda las protestas de finales de diciembre de 2017 y principios de enero de 2018, que también se habían extendido por todo el país en un abrir y cerrar de ojos. Las consignas en ese momento se dirigieron inicialmente contra las políticas económicas del gobierno del presidente Hassan Rohani. Sin embargo, no tardaron mucho en extenderse contra toda la élite política del país islámico. La razón principal de los disturbios fue la miserable condición económica del país.
Mientras tanto, la situación se ha deteriorado nuevamente de forma dramática. El país ha estado bajo una gran presión desde que Estados Unidos anuló el acuerdo nuclear y debido a su pugna con Arabia Saudí por la hegemonía regional. La inflación es actualmente del 40 por ciento. Los alimentos y las medicinas son más caros cada día. Los el precio de la vivienda la ha hecho inaccesible. El desempleo ha aumentado enormemente. El gobierno islámico ya no puede encontrar una solución a las necesidades más acuciantes del pueblo de Irán.
Cada vez más represión
La respuesta del gobierno: más represión en la vida cotidiana, especialmente hacia las mujeres. Cualquier mujer que, según los agentes de la ley, no use el hijab "correctamente" puede ser fotografiada. Las fotos van a la policía moral, que luego impone severas sanciones. Ante el aumento de la represión de las mujeres, Mohebi preguntó a los activistas: "¿No tienen miedo de la cárcel o la tortura? La respuesta fue: ¡Hace mucho tiempo que vivimos en una cárcel!" Según Mohebi, este paso y el gran potencial para un nuevo movimiento se explica por el hecho de que muchos en Irán no tienen nada que perder.
Arrestos y detenciones
Una semana después (el 11.08.2019) el gobierno reaccionó como se esperaba. Diez hombres y mujeres fueron arrestados en Mashhad, bastión de los intransigentes en el noroeste de Irán. Los arrestos se hicieron porque los diez activistas habían venido a apoyar a un conocido profesor de la universidad que fue sentenciado a 13 años de prisión.
Pero Mohammad Mohebi y muchos otros observadores en Irán creen que el gobierno no conseguirá nada con los arrestos: "La brutalidad, el encarcelamiento y la represión pueden intimidar a algunos y ralentizar el movimiento, pero no detenerlo; porque las causas que motivaron a esta gente a embarcarse en esta peligrosa iniciativa siguen ahí". "Y el mayor error del gobierno es presionar cada vez más, sobre todo a las mujeres y a los jóvenes, con las normas islámicas y el paternalismo, al mismo tiempo que demuestra su incapacidad total para manejar la situación económica, para mejorarla", explica.
Giti Pourfazel añade que "puede haber una explosión en cualquier momento, estamos sentados en un barril de dinamita". Ella espera que su acción tenga eco en la sociedad. Al mismo tiempo, espera que, si ella u otros miembros de su grupo son arrestados, las personas no solo hagan campaña por la libertad de las signatarias, sino que sobre todo apoyen su exigencia de un cambio político.
(lgc/er)
Deutsche Welle es la emisora internacional de Alemania y produce periodismo independiente en 30 idiomas. Síganos en Facebook | Twitter | YouTube |