Adiós Ackermann
2 de febrero de 2012El primer banco privado alemán comunicó beneficios de 4.326 millones de euros en 2011, pero entró en pérdidas en el cuarto trimestre del año por las amortizaciones de la deuda de Grecia y la caída de ingresos en la banca de inversión.
Deutsche Bank reportó pérdidas antes de impuestos en el cuarto trimestre del 2011 de 351 millones de euros, lo que fue calificado como una catástrofe por el sector y empañó la despedida del banquero más poderoso de Alemania.
El debilitamiento de la banca de inversión en medio de la crisis de deuda soberana, las malas inversiones y los gastos en litigios fueron señalados por el banquero de 63 años como los causantes de los malos resultados. Éstos quedaron muy por debajo de las previsiones de expertos que auguraban utilidades de 1.050 millones de euros. Durante el último cuatrimestre del 2010, la entidad registró ganancias de 707 millones de euros.
Dúo sucesor
Los resultados se producen luego de que Ackermann entregara las riendas del principal prestamista de Alemania al banquero de inversión de origen indio, Anshu Jain, y al economista en jefe Juergen Fitschen, que asumirán oficialmente como co-presidentes ejecutivos en mayo.
Cuando Ackerman asumió el cargo, el precio de la acción del banco era de alrededor de 70 euros. El jueves las acciones de Deutsche Bank cedían en un 1,59 por ciento, cotizándose en 33,50 euros.
Pocos banqueros se han mantenido al frente de un banco de las dimensiones del Deutsche Bank como Ackerman, que sobrevivió además un litigio jurídico por haber otorgado bonos a miembros de la mesa directiva de Mannesmann, que en un intento por minimizarlos los llamó “peanuts” (cacahuates), lo que fue percibido como una arrogancia por la población alemana.
Expertos señalan que el mejor desempeño del banco fue en los años 2006 y 2007, cuando los ingresos netos de la entidad ascendieron a los 6.000 millones de euros. Pero las consecuencias de la quiebra del banco Lehman Brothers en el 2008, provocaron su primer pérdida anual. Para los inversionistas que aguantaron las turbulencias hubo pocos beneficios y si el banco no es más grande, pero si es más global, particularmente en las actividades de inversión.
Monstruo global
Expertos señalan que Ackerman transformó al banco de una entidad regional a un monstruo global capaz de rivalizar con bancos estadounidenses. Sin embargo durante los dos últimos años de su gestión el banquero volvió al mercado alemán en un intento por fortalecer el negocio básico después de adquirir el rival Postbank.
El hombre que fuera un influyente asesor de la canciller alemana, Angela Merkel, se va sin pena ni gloria. Analistas señalan que el fin de la era Ackermann coincide con un punto de quiebre de la historia económica. Ackermann representó al banquero cuyo único objetivo son las ganancias, que no temía el riesgo en las especulaciones globales. Visto a la luz de la crisis, el banquero pertenece a un mundo cuyos valores cayeron en descrédito.
Autora: Eva usi
Editora: Emilia Rojas