Abriendo camino al Mundial 2006
28 de mayo de 20041,8 kilómetros de tubos de seis metros de altura atravesarán el espacio bajo los pies de los mandatarios alemanes a partir de mayo de 2006. A través de ellos pasará en intervalos de diez minutos la línea de subterráneo más corta de Alemania, sólo para comunicar el histórico Reichstag, sede del gobierno berlinés, con el otro gran testigo de la historia alemana: la puerta de Brandeburgo. Según el plan, antes del Mundial 2006 será inaugurado el llamado "subterráneo del Canciller".
Una línea para turistas
Pero antes de que los turistas puedan gozar de la alta tecnología y la comodidad del lujo entre los subterráneos, hay mucho por construir y a casi a destajo. "Para las compañía de transporte de Berlín esto es un desafío deportivo", declaró el jefe de obra, Uwe Kutscher. Dos estaciones que tendrá la línea existen ya desde hace mucho tiempo y son más bien "estaciones fantasma", que son usadas para diversos eventos esporádicos. Sin embargo, en la plaza delante del Reichstag hay que construir una nueva estación que debe estar a tono con el encumbrado entorno. También hay que cavar el túnel, poner las vías y las instalaciones.
Condiciones poco favorables
El suelo arenoso y el alto nivel del agua subterránea tornan ardua la tarea. Echando mano a técnicas de congelación, los constructores pueden cavar el túnel para poner los tubos. "Podemos cavar, entonces, como en los Alpes, sólo que a temperaturas siberianas", explica. Más de 200 millones de euros costará el "subterráneo del Canciller".
Debido a los altos costos y a la corta vida animada de la que gozará -sólo durante el Mundial se espera una concurrencia de alrededor de 6000 personas al día-, el mini subterráneo se veía amenazado con morir antes de nacer. Sin embargo, el propósito de mostrar la ciudad con todo esplendor durante el evento futbolístico más importante del mundo y también los planes de alargarla en un futuro cercano, el 2010, dotando a Berlín de una línea de metro adicional salvaron el proyecto.
Una bonita insensatez
Un gasto así para una línea separada del resto del entramado subterráneo es insensato, es la opinión de sus detractores que son muchos. Si bien durante grandes eventos, la línea podría transportar hasta 30.000 personas al día, básicamente hay que contar con que -hasta que no se una al entramado citadino- la U55 o "Subterráneo del Canciller" generará pérdidas. Por lo menos, económicas.