Regresa un histórico
22 de abril de 2014El primer campeón de la Bundesliga es considerado el club con la afición más fiel, entusiasta, y emocional del fútbol alemán. No en vano el promedio de asistencia a sus partidos, sin importar en qué división juega el equipo, supera desde hace más de una década los 40.000 espectadores en uno de los más modernos estadios de Alemania.
Que un club con un apoyo popular tan fuerte, y que ha jugado en primera división 43 de los 51 campeonatos de la Bundesliga, termine compitiendo en la liga de ascenso solo se explica citando al mítico entrenador alemán Udo Lattek, quien ya en el 2010 había dicho refiriéndose al Colonia: “allí siempre hay un ambiente espectacular que se daña con el fútbol que juega el equipo”.
Caída anunciada
En aquel entonces ya se veía venir el quinto descenso de categoría del Colonia, que llegaría en el 2012 en medio de un caos deportivo y administrativo que llevaba ya dos temporadas. Las palabras de Lattek describían a un equipo que completó diez partidos sumando apenas una victoria y en seis meses conoció a cuatro entrenadores diferentes: Zvonimir Soldo, Frank Schaefer, Volker Fink y Stale Solbakken.
Además, en las oficinas del Colonia las cosas no marchaban mejor que en la cancha. Una lucha interna por el poder en el club generó un relevo en las posiciones directivas: el gerente Michael Meier fue despedido y en su reemplazo asumió el director deportivo Fink. Unos meses más tarde la crisis se agravó con la renuncia de toda la mesa directiva, encabezada por el presidente Wolfgang Overath, una de las leyendas futbolísticas de la ciudad.
El Colonia, tras medio año sin dirigentes oficiales, conducido por funcionarios interinos, se encaminó con paso seguro a la segunda división sufriendo los ataques de una furiosa afición que llegó incluso a amenazar públicamente de muerte a los jugadores. No falto quien fue atacado y herido (Kevin Pezzoni), o aquel que en su momento tuvo que escapar escondido en el portaequipajes del auto de sus padres (Christian Eichner) para no convertirse en víctima de agresiones.
Un club se reinventa a sí mismo
Con la elección como presidente del Colonia de Werner Spinner, y como vicepresidente el legendario portero alemán Harald Schumacher, en abril del 2012, los socios del club le apostaron a un proyecto de reforma a largo plazo. La primera tarea de la nueva mesa directiva debía ser borrar las penosas imágenes del descenso, cuando el partido contra el Bayern Múnich terminó cubierto de humo negro y escenas de pánico en el estadio.
Pese a que al entrenador Holger Stanislawski no logró llevar al Colonia de regreso a la primera división alemana en su primera temporada en la liga de ascenso, el año transcurrido le permitió a las directivas iniciar el trabajo de restructuración y saneamiento del club. La estabilización de sus finanzas, la reducción de los costos, la reforma de la plantilla de jugadores, el reordenamiento administrativo, y la recuperación de la mesura en la relación con la afición, le permitieron al Colonia crear las condiciones para enfrentar la temporada 2013/2014 con mejores perspectivas de triunfo.
De esta forma, y con el entrenador austriaco Peter Stöger y el director deportivo Jörg Schmadtke al frente del equipo, el club emprendió la tarea de recuperar un lugar en la primera división del fútbol alemán. El 3-1 contra el Bochum este lunes, con dos goles conseguidos por futbolistas oriundos de la ciudad e ídolos locales (Marcel Risse y Patrick Helmes), coronó al Colonia como campeón del torneo de ascenso y faltando aún tres fechas por disputar selló anticipadamente su regreso a la primera división.
Allí el club tendrá que ratificar la próxima temporada que efectivamente es muy diferente a aquel que se marchó de la Bundesliga, que ha madurado, aprendido y mejorado en los dos años de ausencia.