Hace 20 años se aprobó la llamada Ley Bonn-Berlín, por la que aún hoy día seis ministerios mantienen su sede en la ciudad de Bonn. Miles de funcionarios siguen realizando allí su trabajo. La doble sede gubernamental cuesta a los contribuyentes varios millones de euros, pero aunar la sede costaría miles de millones. Así pues, tras 20 años la sede gubernamental sigue repartida entre dos ciudades.