Pan para el Día de la Cerveza
“El aroma de la cerveza proviene del grado de malta de cebada de la cerveza. Con ello se puede conseguir un sabor más intenso o más suave. También depende de la calidad del agua. En Alemania, en general, la cerveza siempre se produce con lúpulo, malta y levadura.”
Elke Heege es portavoz del Museo de Einbeck, en Baja Sajonia, donde una buena parte de las exhibiciones se dedica a la cerveza más típica de la región, la Bockbier. Esta es un ejemplo de la efectividad que se puede conseguir con los cuatro ingredientes básicos de los que se compone generalmente la cerveza alemana: agua, lúpulo, malta de cebada y levadura. El hecho de que la cerveza alemana sea tan “sencilla” responde a la ley de la pureza de la cerveza, o Reinheitsgebot, que el rey Guillermo IV de Baviera instauró en 1516.
Dueño del monopolio de la cebada por aquel entonces, a Guillermo le vino estupendamente prohibir que la cerveza alemana se hiciera con otros ingredientes. Lo que probablemente no se podía imaginar es que, gracias a ello, la cerveza hoy sigue teniendo el mismo sabor que hace 500 años en el caso de las cervezas más tradicionales. Y en un país con 5.000 tipos de cerveza aproximadamente, estas constituyen la gran mayoría.
Una bebida, un modo de ser
A pesar de que, según los últimos informes, el consumo de cerveza en Alemania está disminuyendo (link a “La guerra de las cervezas”), el mercado de la cerveza en Alemania sigue suponiendo 7.600 millones de euros al año, y el producto resultante sigue siendo lo primero que los turistas desean probar al llegar al país. ¿Por qué? Las razones son variadas. Porque tiene un sabor único. Por su variedad. O porque cada cerveza refleja el carácter de los alemanes de cada región.
“Para mí, la Kölsch… Es difícil de explicar. Es deliciosa, como los coloneses”, dice una colonesa. “La cerveza Weizen da una sensación de frescor, es más fresca que una cerveza clara u oscura", comenta un asiduo a los Biergärten bávaros. “Bebemos una cerveza vigorosa porque así es la gente de aquí, porque así es el clima y la naturaleza de aquí, y también los hombres", sonríe una mujer natural de Schleswig-Holstein.
Hoy en nuestras Audiorecetas vamos a preparar un delicioso complemento para cualquier comida hecho, por supuesto, con cerveza, y a ser posible alemana: un pan de cerveza, o bierbrot.
Pan de cerveza – Bierbrot
Ingredientes
360 g de harina
2 cucharaditas de polvo de hornear
1 cucharadita de sal
1 cucharadita de soda o bicarbonato
2 cucharadas de miel
375 ml de cerveza
Mantequilla al gusto
Preparación
Mezclar la harina, el polvo de hornear, la sal y la soda en un cuenco. A continuación, agregar la miel, y finalmente, la cerveza.
Mezclar todo bien para que no queden grumos, pero sin remover en exceso.
Untar un molde rectangular con mantequilla y poner en él la masa. Meter en el horno precalentado a 190ºC en horno eléctrico o a fuego medio en horno a gas durante 30-40 minutos, hasta que la masa adquiera un tono marrón dorado.
Sacar el pan del horno y extraerlo del molde, colocándolo a continuación en una bandeja de horno.
Con un pincel, untar la parte superior y los laterales con mantequilla derretida, y poner de nuevo en el horno a 220ºC o fuego alto durante 5-10 minutos.
Autora: Lydia Aranda Barandiain
Editora: Emilia Rojas Sasse