Gastronomía en la Suiza Francona

Hoy vamos a viajar a uno de los destinos vacacionales más populares y antiguos de Alemania por sus bellísimos paisajes, historia, y también por su cerveza, claro está: la Suiza Francona, o "Bierland", en Baviera.

Bildunterschrift: Hier wird Gemütlichkeit gepflegt. St.GeorgenBräu, Buttenheim, 23.05.2011, Karin Jäger. Bild für eine Bier-Geschichte über die Fränkische Schweiz
"La tierra de la cerveza" se gana su nombre a pulso.Imagen: DW

La Suiza francona puede llevar a confusiones debido a su nombre, pero lo cierto es que se trata de una región enteramente alemana, cuyo sobrenombre le vino por la obra literaria del autor alemán Jakob Reiselsberger “Die kleine Schweiz” (“La pequeña Suiza”) en 1820. La comparación con Suiza era frecuente en el siglo XIX para describir panoramas con montañas, valles y formaciones rocosas, elementos que en esta zona abundan por doquier, y le dan un encanto y una belleza espectaculares.

En concreto, su localización está entre las ciudades bávaras de Bamberg, Bayreuth y Núremberg. La denominación de Bierland tampoco es fruto del azar: se trata de la región con la mayor concentración de fábricas cerveceras del mundo - cerca de 300, nada más y nada menos, a pesar de ser una de las regiones con menor densidad de población de Alemania. También hay una buena cantidad de castillos y ruinas para visitar.

TEXT: Brauer-Familie Reichold in Aufsess-Hochstahl, 23.05.2011, Karin Jäger, Bild für eine Bier-Geschichte über die Fränkische Schweiz
Hilmar Reichold y su familia. Imagen: DW

Un pueblo, un récord

Hilmar Reichold es el dueño de una cervecería en la localidad de Aufsses, un pueblo que figura en el Libro Guinness de los récords por contar con 4 fábricas cerveceras en una población de 1.500 habitantes. La cervecería cuenta con espacio para que los turistas traigan sus caravanas y tiendas de campaña, y en invierno, para que no decaiga la cantidad de visitantes, hay una oferta especial de fin de semana: cerveza y comida sin restricciones. Una fórmula que le ha valido a la cervecería la notoriedad suficiente como para haber sobrevivido ya cuatro generaciones… Y más por venir. ¿Pero cómo se mantiene la competencia en un lugar con tantos negocios similares?

“Confiamos los unos en los otros. Cada cervecería es necesaria, y nos entendemos bien entre nosotros. Cada uno tiene su clientela fiel. Y cuando los turistas pasean por el pueblo, se paran a probar las cuatro cervecerías.”

Y no se aburren, puesto que, según Reichold, ninguna de sus cervezas sabe igual. El dueño de la cervecería ofrece a sus clientes una cerveza lager color ámbar y de sabor algo amargo como la estrella de su local.

Weismaintal in der fränksichen Schweiz. Undatiert. +++(c) dpa - Report+++
El bello paisaje de la región les recordaba a los artistas románticos al panorama suizo. Imagen: picture-alliance/dpa

Cervezas para todos los gustos

Del mismo modo, otra de las cervecerías del pueblo, dirigida por el nativo Ernst Rothenbach, ofrece una cerveza que se vanagloria de la calidad de sus ingredientes y de un agua extraída de una fuente natural propia. Los predecesores de Ernst Rothenbachcompraron la cervecería en 1723 de un emigrante estadounidense, y la familia lleva produciendo cerveza desde 1886 gracias a las herramientas que tomaron de unos frailes franciscanos.“Esta zona ha sido y sigue siendo un área estupenda para el cultivo de cebada. Quizás por eso se han erigido tantas cervecerías en esta región”, afirma Rothenbach.

La gastronomía de la región está caracterizada por su situación en Baviera; predomina la carne en forma de Schnitzel, Schäufele y Roulade, aunque también es muy común la trucha al horno. Todos estos son platos que ya hemos podido disfrutar en audiorecetas previas, así que hoy vamos a preparar algo diferente, aunque también muy autóctono: un tentempié, o Brotzeit, de semillas de cerveza.

Mehrkorn, Dinkel Korn und Weizen Korn in Schälchen, Foto: Fotolia/Nick Freund, 32609359


Semillas de cerveza – Weißbiersemmeln

Ingredientes para 4 personas

250 g de harina de centeno
250 g de harina de maíz
1 botella de cerveza (45 cl)
2 cucharadas de sal
1 cucharada de cilantro
1 cucharada de alcaravea o comino de prado
15 g de levadura

Preparación

Mezclar bien todos los ingredientes en un cuenco hasta que se forme una masa.

Con las manos, formar pequeñas semillas de la masa y colocarlas en una fuente de horno cubierta con papel de hornear.

Colocar en el horno precalentado una primera fuente en el estante de abajo con una taza de agua, y la fuente con las semillas uno o dos estantes por encima.

Dejar en el horno durante 20-30 minutos, en horno eléctrico a 200ºC, en horno a gas a fuego alto.

Si no se quiere utilizar cerveza, se puede cocinar la receta con suero de mantequilla o mazada, un producto lácteo líquido de sabor ligeramente agrio.

Autora: Karin Jäger / Lydia Aranda Barandiain
Editora: Claudia Herrera Pahl