De Facto: la actualidad de la semana en Europa
1. Grecia evita la bancarrota.
Por 155 votos a favor, 138 en contra y dos abstenciones. Con ese estrecho pero suficiente margen, la cámara griega aprobó esta semana el nuevo plan de austeridad exigido por la Unión Europea y el Fondo Monetario Internacional. Veinticuatro horas más tarde, los diputados griegos daban luz verde al proyecto de ley que detalla las medidas de ahorro. En total, 78.000 millones de euros en los próximos cinco años.
Una votación que los principales dirigentes europeos saludaron positivamente. Entre ellos, la canciller alemana: "se trata de un paso importante. Por una parte, para el futuro de Grecia, pero también para la estabilidad del euro en su conjunto. Grecia ha mostrado que está dispuesta a emprender un camino, a buen seguro, realmente difícil. Soy consciente de que se trata de un camino que para muchas personas significa sacrificio. Pero no hay otra vía para ser más competitivo", aseguró Angela Merkel.
Atenas recibirá un nuevo tramo de ayudas por valor de 12.000 millones de euros, además de desbloquear la negociación de un segundo paquete de rescate. Un plan en el que los bancos alemanes participarán con 3.200 millones de euros.
Mientras, en las calles, miles de griegos rechazaron el plan de austeridad. Para ellos, el paquete de ahorro se traducirá en años de duros recortes. Entre otros, aumentarán los impuestos sobre el gas y la matriculación de vehículos. Además, habrá recortes en el número de empleados públicos y se introducirá un nuevo impuesto de solidaridad a aquellos que ganen más de 1.000 euros mensuales. Finalmente, el gobierno venderá propiedades estatales por valor de 50.000 millones.
2. Alemania y China potencian lazos.
Berlín acogió esta semana el encuentro político de más alto nivel jamás celebrado entre Alemania y China. Una extensa delegación china, encabezada por el primer ministro, Wen Jiabao, participó en las primeras consultas chino-germanas de la historia. Los dos máximos exportadores del planeta cerraron contratos de cooperación por valor de 15.000 millones de euros. Al margen de las relaciones económicas, la canciller alemana aprovechó el encuentro para reclamar avances en materia de derechos humanos. Angela Merkel se refirió a la situación del artista y crítico con el régimen chino, Ai Weiwei, para quien reclamó "un proceso transparente. Naturalmente, él y el resto de personas afectados por dichos procesos".
3. Una francesa al frente del FMI.
Finalmente, Europa consiguió mantener la tradición. Un europeo –en este caso, europea-, ocupará durante los próximos cinco años la dirección del Fondo Monetario Internacional. El cargo será para Christine Lagarde, hasta ahora ministra de Economía francesa. La primera mujer en dirigir el FMI sucederá a Dominique Strauss-Kann, quien renunció en mayo tras el escándalo sexual en el que se vio implicado en Nueva York. La elección de Lagarde evitó que el mexicano Agustín Carstens se convirtiera en el primer director gerente no europeo del FMI.
4. San Sebastián, capital cultural.
La ciudad española de San Sebastián, en el País Vasco, fue designada Capital Europea de la Cultura en 2016. Una capitalidad que compartirá con la polaca Breslavia. Bajo el lema "Cultura para la convivencia", San Sebastián organizará, entre otros, un encuentro de Premios Nobel de la Paz y una exposición sobre la presencia de la violencia y la paz en el arte. La designación oficial de San Sebastián y Breslavia tendrá lugar en mayo del año que viene.
Autor: Emili Vinagre
Editor: Emilia Rojas-Sasse