Contra el calor... Urban Gardening
Este verano está siendo uno de los más calurosos que se recuerdan, y con estas altas temperaturas apetece poco ponerse a guisar grandes obras de arte en la cocina. Lo que apetece más es hacer cosas sencillas, ligeras y frescas. Ensaladas y verduras, que además son la opción más sana. Especialmente cuando se cultivan en casa.
Cuando uno no puede aguantar más el calor, generalmente acude al congelador o a la heladería más cercana en busca de algo frío que le alivie. Sorprendentemente, los helados no son la mejor opción. La Sociedad Americana de Química de EE.UU. ha recetado comer menos helados, que son más un placebo que un auténtico refrescante corporal, y más frutas y verduras, que son básicamente agua. ¿No habían notado que, después de comer helado, se suele tener sed?
Claro que, muchas veces, las verduras que se compran en el supermercado tienen… Demasiada agua. Tanto, que no tienen sabor. Esto se puede remediar practicando el sano hobby del Urban Gardening – la agricultura urbana. El verano es una época especialmente buena para probar con esta actividad: mucho sol, mucho tiempo libre para experimentar, aprender y aclarar dudas.
Oasis en plena ciudad
En Colonia, un buen sitio para ello es la Sociedad “Kölner Neuland”. Su localización es muy llamativa: en medio del desierto urbano que es el barrio de Bayenthal, se puede divisar fácilmente un pequeño oasis de naturaleza: un pedacito de tierra donde crecen verduras frescas, radiantes girasoles, las abejas zumban y las mariposas revolotean. Y las personas trabajan en armonía.
Dorothea Hohengarten, haciendo honor a su propio apellido que significa “alto jardín”, es miembro y portavoz de la Sociedad agrícola: “Hasta ahora, la gente que trabaja en cultivar los productos se reúne aquí para comer. Lo que no se pueda comer aquí mismo se recoge y se lleva a casa para cocinar. Ahora mismo, por ejemplo, siempre hay gente cada tarde que se junta para cortar tomates y paladearlos con un poco de queso. Este sitio se ha convertido en un rincón de relajación. La mayoría disfruta de trabajar en equipo, aprender un poco sobre agricultura y sobre plantas, y de crear algo con sus propias manos.”
En un mundo donde la conexión con los orígenes de los productos está prácticamente perdida y donde los aditivos artificiales comienzan a hacer estragos en los ingredientes de todo menú, el “Urban Gardening” gana adeptos cada día.
Por si acaso...
Incluso desde el punto de vista económico podría llegar a ser una inversión de futuro, según la portavoz de Kölner Neuland: “En China, todo el mundo cultiva sus vegetales en los patios traseros de sus casas, y lo hacen por pura necesidad. Aquí lo hacemos por hobby, casi como un juego, y espero que siga siendo así por mucho tiempo. Pero hay gente que piensa que tener este conocimiento es muy bueno, porque con la crisis que estamos viviendo, los tiempos podrían cambiar. Las plantas estarán siempre ahí, y ser capaz de cultivar sus propios alimentos significa ser autosuficiente, independientemente del dinero.”
Hoy en nuestras audiorecetas vamos a hacer lo mismo que los miembros de Kölner Neuland: vamos a degustar frutas y verduras que podemos cultivar en casa o en un jardín, ya sea en un patio o en una sociedad agrícola, con un poco de buen queso. Vamos a preparar una ensalada de manzanas y cheddar.
Ensalada de manzanas y cheddar
Ingredientes
Para la ensalada:
Verdura de ensalada al gusto: lechuga, escarola, repollo, endivia, canónigos, espinaca, berros, rúcula…
1-2 manzanas rojas peladas y cortadas en láminas o en dados
250 g de queso cheddar cortado en dados
250 g de nueces picadas y tostadas
Para el aderezo:
80 g de miel
200 g de aceite vegetal
2 cucharadas de vinagre de manzana
1 cucharadita de semilla de apio
1 cucharadita de mostaza en polvo
1 cucharadita de pimentón dulce
1 cucharadita de jugo de limón
1 cucharadita de cebolla picada
1 pizca de sal
Preparación
Combinar los ingredientes de la ensalada en un gran cuenco para centro de mesa.
Triturar todos los ingredientes del aderezo, excepto el aceite, en una licuadora, agregando el aceite poco a poco hasta que tome la consistencia deseada.
Aderezar y sazonar la ensalada, y servir.
Autora: Lydia Aranda Barandiain
Editora: Cristina Papaleo