Alemania: Cinco días por el "Sendero de las brujas"
Cuando me acercaba al final del cuarto día en el Harzer-Hexen-Stieg - la ruta conocida "El Sendero de las Brujas" - mi cerebro seguía enviándome el mismo mensaje, mientras seguía la señal de una bruja montada en un palo de escoba: "Me duelen los pies." En ese momento, lo único que me hizo seguir adelante fue el hecho de que sabía -gracias a la app de turismo del Harz- que estaba cerca del final de la caminata de casi 30 kilómetros, el tramo más largo del sendero.
El Harzer-Hexen-Stieg recorre 94 kilómetros desde la ciudad de Osterode hasta Thale, pasando por el Brocken, el monte más alto de la región, con 1.142 metros. Seguí el recorrido usando la app turística Harz en mi teléfono inteligente como guía, sabiendo que añadiría otros 10 kilómetros caminando por los pueblos y aventurándome fuera de la ruta cuando algo me llamara la atención. Al bajar del tren en Osterode, atravesé el centro de la ciudad como en un cuento de hadas y encontré el punto de partida oficial (o el final si vienes de Thale) del sendero.
Supe de los montes de Harz y Brocken y sus leyendas de brujas, por primera vez, leyendo las obras de algunos de los grandes escritores alemanes como Goethe y Heinrich Heine.
Un bosque en desarrollo
El primer tramo de Osterode a Buntenbock fue un precalentamiento para los tramos venideros difíciles. En el segundo día de mi caminata, no pude evitar notar que los troncos se amontonaban en el sendero como hormigueros gigantescos. Sentí como si hubiera tropezado con el equivalente a una masacre.
Me dispuse a averiguar qué había pasado: las tormentas de 2017 parecen ser las principales responsables de los derrumbes que destruyeron franjas de bosque. También hay que tomar en cuenta al "escarabajo de corteza”, que ha causado estragos en los árboles. Todo esto se suma al legado de largos años de minería y deforestación de la región. En los últimos siglos, la población local ha intentado sustituir los bosques perdidos por abetos de rápido crecimiento, pero el impacto humano sigue siendo notable.
Estas son las razones por las que el Parque Nacional Harz se cataloga como un parque nacional en desarrollo. Las llamadas "zonas de desarrollo natural" (regiones en las que las autoridades del parque están trabajando para reconstruir las áreas dañadas de modo que vuelvan a ser autosuficientes) representan aproximadamente el 40 por ciento del parque. El otro 60 por ciento está lo suficientemente sano como para mantenerse por sí mismo.
Gente libre, Brocken libre
El tercer día, justo antes de Torfhaus -la puerta oeste del Parque Nacional de Harz- me di cuenta de que había un marcador que anotaba "4 km zur DDR" ("4km hasta la RDA”). A pesar de la señal, la RDA fue relegada a la historia hace casi 30 años y con ella cualquier barrera para escalar el monte Brocken.
Pero antes de la reunificación alemana en 1990, la RDA construyó en 1985 en la cima de la montaña un muro militar que rodea dos torres de radio que parecían haber sido rescatadas de un set de una película de ciencia ficción de los años cincuenta. Las torres eran puestos de escucha de la RDA y de la Unión Soviética.
En noviembre de 1989, los movimientos de protesta a lo largo de la frontera de Alemania Oriental llevaron a la caída del Muro de Berlín, pero el Brocken permaneció cerrado. Así fue hasta que más de mil manifestantes se reunieron el 3 de diciembre con carteles exigiendo "Pueblo Libre, Brocken Libre". El pueblo, recién liberado, marchó a la cima ese día y el turismo pronto se extendió en el lugar, con la construcción de un hotel, un restaurante y un tren de vapor. Una roca con la inscripción "DER BROCKEN WIEDER FREI 1989" (libre otra vez) lo dice todo.
Donde las brujas bailan
Asumí que la visita panorámica terminaría después del Brocken, bordeado de árboles, durante los dos últimos días. Caminé por el sendero a lo largo del río Bode y hacia el barranco de 10 kilómetros de largo de Bodetal. Hay algo meditativo en una caminata a lo largo de un río que fluye constantemente, y que resume la etapa final desde Altenbrak hasta Thale. Pero, en vista de que solo faltaban 1,4 kilómetros hasta Thale, seguí un letrero por un sendero empinado hasta Hexentanzplatz - la "Pista de Baile de las Brujas", que supuestamente es el sitio de rituales paganos de la Antigua Sajonia.
Acepté el desafío y atravesé los 250 metros de ascenso en 1,5 kilómetros. En la cima, seguí un camino de tierra hasta Hexentanzplatz. Allí había un ambiente de feria, con estands de comida y ventas de recuerdos de la región. Me di la vuelta, buscando una ruta hasta la estación de tren de Thale para terminar mi caminata en el Harzer-Hexen-Stieg. Fuera de la estación de tren, había un letrero con la silueta blanca de una bruja montada en un palo de escoba, el mismo que había visto en los árboles marcando el camino de Osterode a Thale.
Me recordó a los frecuentes caminantes que había visto a lo largo de las numerosas rutas de senderismo de larga distancia de Alemania, que me guiaban de una ciudad a otra. (En serio, Alemania tiene una de las mejores y más detalladas infraestructuras de senderismo que se pueden encontrar en todo el mundo.)
Sobre la bruja, en letras verdes, estaban las palabras "START/ZIEL". El principio o el final de esta caminata a través de las montañas de Harz. Después de cargar una mochila por más de 27 horas de caminata y 106 kilómetros en 5 días, elegí 'ZIEL' (META).
(ee/er)
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